sábado, 16 de mayo de 2020

Me encantan tus detalles.
Las paletas,
La forma en la que me hablas,
Cómo me abrazas y me dices que a ti lo que te importa es estar conmigo.
Que compres los doritos para compartirlos conmigo.
Me gusta verte comerlos, a veces te veo más a ti que a la tele.
Tu ni te das cuenta.

Te detuviste a hablar conmigo, lo sé.
No te fuiste. También lo sé.
Me abrazaste y estuviste conmigo.
Lo sé.

No me gustan las discusiones...
Son cada vez más insoportables.
Como ir corriendo al precipicio sin poder frenar.
O como cuando en los sueños, ves que vas directo a caerte pero no puedes detenerte.
¿Haz soñado que estas en un trampolín brincando y llegas tan alto que pierdes el control de tu cuerpo y ya ni sabes dónde vas a caer?
Yo sé.
Siento tanto miedo.
Pero no puedo detenerme.

Así siento a veces nuestra relación.
Vamos en picada y no hay forma.

Quisiera volver a detenerme, volver a aprender a ser prudente.
Quisiera no sentir esas ganas tan intensas e incontrolables que siento de gritarte lo que me esta revolviendo por dentro.
Quiero no querer que quieras seguir hablando conmigo.
Quiero no sentir que ya no soy algo wow para ti.
Quiero acostumbrarme a lo estable en nuestra relación y no ser tan intensa.

Quisiera no esperar nada.
Quisiera no tener expectativas en lo absoluto.
Y que cuando te digo lo que siento, no sentir a veces este vacío.
No sentir que me contestarás lo mismo...
Si no realmente sentirte aqui.

Quisiera sentir más estabilidad.
Quisiera más seguridad.
Sobre todo ahora... que estamos dando saltos tan importantes.
Supongo que nunca olvidaré lo mucho que peleamos el día que fuimos a pagar las escrituras.
No es que me aferre a lo negativo, son solo cosas que no evito.

No hay comentarios: