sábado, 1 de junio de 2013

Carta a ti

Mil veces no son suficientes para decirte cuanto te amo.
¿Sabes que eres? ¿Sabes en lo que te haz convertido?
Eres esa seguridad que le hacía falta a mi vida
Me gustan nuestros momentos
Nuestras pláticas
La forma extraña que tenemos de ponernos de acuerdo
Me gustan nuestros pleitos
Nuestras discusiones
Cuando nos reconciliamos...


Aprendo de ti todos los días
Y cuando digo "de ti" Me refiero literalmente de ti, es como la canción que dice "Tu locura es mi ciencia" Te estoy estudiando todo el tiempo, aprendo tu forma de reaccionar, tu forma de pensar, lo que te importa y lo que no te es de mucho interés.
Me encantan tus risas, tus abrazos emocionados, daría lo que fuera por conservarte feliz siempre.

Somos muy jóvenes ¿sabes? y aunque no quiera, me detengo a pensar en el futuro constantemente. En lo que quiero y no quiero para mi, en lo que pasa ahorita y en lo que podría suceder.
¿Se te hace muy tonto jurar que me quiero casar contigo?
¿Se te hace tan imposible?
Me da miedo pensar en el tiempo que es dueño de nuestras circunstancias, progresos y retrocesos.
Tu sabes mejor que nadie que en cinco minutos nos amamos y en cinco minutos nos peleamos y aunque confío en este amor que con trabajo y esfuerzo hemos construido tu y yo. Observo mi alrededor y a veces siento que todo es tan inestable, tan impredecible e incierto....
Sé con absoluta seguridad que quiero amarte y que quiero siempre tenerte a mi lado.
Pero no me siento con la autorización de prometer o de jurar nada... no sé si me entiendas.
La mayoría de las personas le tienen miedo al matrimonio, le llaman "un compromiso demasiado complicado" Y más porque las personas somos muy difíciles. Un día queremos una cosa y al siguiente día otra.
Pero pienso que... "matrimonio" es algo más que solo aquello que se nos antoja tener día con día.

Pienso que... lo especial del matrimonio, es tener un testigo de tu vida.
Hay millones de personas en el mundo ¿sabes?
¿Qué tiene de importancia sus vidas? ¿De qué sirve una simple vida de despertar, trabajar, flojear, ver televisión, jugar videojuegos, hacer manualidades, ir de fiesta, ver películas, tomar una nieve, ir de aquí a haya, reír, llorar, dormir, etc.?
Cuando estas con alguien... alguien que te quiere de verdad, y cuando llegas al matrimonio, prometes preocuparte por todo, de lo bueno, de lo malo, de lo magnífico y de lo simple... todos los días y en todo momento de tu vida.
Entonces ya no hay momento simple, sencillo, u ordinario.
Muchos no alcanzamos la fama, muchos moriremos y al pasar de los años seremos olvidados.
Porque a decir verdad, aún estando en vida, a la gente que te rodea se le olvida lo que haces, lo que dices o lo que vives. (De no ser por facebook pocos se acordarían de tu cumpleaños).
Pero cuando te casas con alguien lo que dices es: “Tu vida no pasará desapercibida porque yo me fijaré en ella, tu vida no pasará inadvertida, porque yo me seré tu testigo.”

Y eso es lo que haz sido tu hasta este momento de mi vida.
Mis días ya no son simples ni ordinarios, porque tu estas ahí, sabes lo que soy, lo que me gusta y lo que no, lo que hago y lo que dejo de hacer, las decisiones que tomo y los momentos que son importantes para mí.

Quiero estar contigo amor, quiero ser testigo de tu vida también y quiero desarrollar esta relación que tengo contigo, a tal grado que la comunicación, la diversión, la felicidad, los momentos serios y profundos, los aprendizajes, las experiencias, etc. Nos duren y sean posibles de aquí a 10, 15, 30 y todos los años que Dios nos permita.

¿Qué dices? ¿Le entras?

Te amo y gracias por este año juntos.