martes, 15 de abril de 2014

La vida vale muchísimo más que una peda.
La vida vale muchísimo más que un cuerpo perfecto.
La vida vale muchísimo más que la técnica de ballet desarrollada en tres meses.
La vida vale muchísimo más que un examen de matemáticas.
La vida vale muchísimo más que una graduación.

La vida es una canción.
La vida es el mar
Y el aire
Y el oxígeno
Y las plantas
El sol
La luna
Las estrellas
Los animales
Un beso tuyo y un chingo de películas tirada en la cama comiendo juzgueras.
Un buen libro con una novela romántica
Un baile a gusto en pareja.
Una lambada, una rumba y para terminar: un buen tango.
Los tandus estirados en quinta nunca me han salido bien y no por eso dejan de ser preciosos.
Ya no quiero ver en andedán, ni preocuparme por el saludo inicial.

Ya basta.
Y basta con tu operación, a nadie le importan tus nalgas y bubis nuevas.
Y no, no creo que tu relación sea perfecta, ni me interesa tener tus amigos, ni llevarme bien con ellos, ni ir a todas tus pinches fiestecitas todos los fines de semana, no me interesan tus opiniones que para ti son ley y para ser práctica: no me interesa ser tu.

Me gusta mi familia, así de conservadores como son.
Me gusta mi novio, así de reservado como es.
Me gusta mi cuerpo, así de natural.
Me gustan mis calificaciones, así de matada como soy.
Me gusta mi forma de ser… así de solitaria….

Es tan raro aceptarlo, creo que nunca lo había querido hacer porque ni siquiera me había dado cuenta.
Y ahora que lo sé… no sé, soy feliz.
Me gusta tener mis propios rollos.
Me gusta ir a mi ritmo.
Me gusta la incertidumbre de cómo puede llegar a ser mi fin de semana.
Y me gustan mis fines de semana con él… con nadie más.
Solo con él.
Y me gusta contener toda mi vida en una sola persona…
Confiarle mi vida entera solo a esa persona… solo a él.

Todos somos coincidencias.
La coincidencia de existir.
La coincidencia de coincidir.
Y solo hacemos eso… coincidimos…
Pero solo él… solo tu… solo tu eres más que una simple coincidencia.
Tu eres mi alma gemela y las almas gemelas no coinciden… no… las almas gemelas se cruzan y se encuentran y se complementan, hacen engrane.

Agradezco a todas las coincidencias en mi vida pero más que a nada, agradezco por haberme cruzado contigo.

domingo, 6 de abril de 2014

En la vida (pésima frase para empezar porque no quiero sonar cursi pero no encontré mejor inicio), se da la oportunidad de relacionarte con un chingo de personas, algunas te valen madre y otras tienen un algo que no sabes bien qué, que logran aguantarte y tu a ellos y hasta logran pasar momentos chingones y divertidos.

En mi vida (no la leas cursi) he tenido la oportunidad de conocer increíbles personas, que me cambiaron la vida, mi forma de pensar, me hicieron sentir diferente y especial. Hoy soñé con una de ellas y esa persona me hizo recordar a todas aquellas que hicieron lo mísmo, que cambiaron un pedacito de mi y que sin embargo… cosas pasaron (problemitas o simplemente distancias), no se solucionaron, nos dejamos de hablar y al final no hice nada por recuperar. A veces, cuando me acuerdo de ellos, tengo deseos de volverles a hablar y recuperar los viejos tiempos, como si el tiempo no hubiera pasado, como si no fuéramos unos desconocidos otra vez.

Facebook hace muchísimo más fácil esos reencuentros y muchísimo más doloroso cuando sientes el frío de que el pasado ya no existe. Cuando sientes cada mensaje como una respuesta obligada, de compromiso y un poco hipócrita, nada que ver con lo que solía ser antes. A veces me dan ganas de no ser yo, para ver las cosas de diferente forma, para atreverme a acercarme más a las personas, para demostrar que en realidad, en mi cabeza no existen distancias ni etiquetas y poder sentir el corazoncito de cada quién como si fuera el mío.

Pero sigo siendo yo… y más haya de lo que logren ver los demás sobre mí o lo que yo misma logre percibir, seguiré siendo yo sin darme cuenta. Y ya no me da la gana luchar contra eso.