lunes, 13 de junio de 2022

 04:54 am

Algunos días la soledad me quema.

Hoy soñé contigo... tan real, tan confuso y al mismo tiempo tan cruel... el pensar que mi subconsciente pueda hacerme eso. 

Jugar así con los hechos.

08:36

Con mi compu todo es lento, a ella no le corre el tiempo. Ojalá yo estuviera tan tranquila como ella. 

No se me pasa este mal sabor de boca de extrañarte tanto. 

Y perdóname amor... que lo resuma a un "mal sabor de boca" pero es real. 

Trato de hacerle honor que estoy viva, que estoy aquí y que sé que quieres lo mejor para mí. 

Pero a veces... entre más lo pienso, menos me lo creo. Veo nuestros lugares, recuerdo nuestras costumbres... nuestros planes y lo mucho que nos entusiasmaban y nos inspiraban para vivir. 

Ahora me cuesta mucho trabajo sentir entusiasmo otra vez. Porque no dejo de sentir un enorme vacío. 

¿y quién lo va a entender mi amor?

Hoy recordaba tu cara perdiendo la vida. La obscuridad, el frío y la soledad. 

Esa soledad que ahora, paradójicamente, me acompaña todo el tiempo. 

Ya me caché a mi misma, huyendo del dolor, llenándome de gente, de lugares, de ruido. Después de actividades, de rutina, de hábitos viejos que antes me llenaban... a los que "renuncié" por ti.. aunque en realidad ahora creo que simplemente los elegí dejar porque el tenerte a ti... y nuestra vida juntos me entusiasmaba mucho más. 

Pero... de forma extraña... al mismo tiempo recuerdo extractos de mi vida que no tenían que ver contigo y que estoy consiente de ello. Momentos por ejemplo con Alfonso... que se parecían a momentos contigo y creo que la conclusión a la que llego al respecto es que esos momentos eran míos en esencia. Que se trataban de mi. De las cosas que me gustaba hacer desde siempre y que te quise compartir. Así como también lo compartí con Alfonso... y supongo que podría compartirlo con más gente. 

Pero a veces, siento que no debería concentrarme tanto en recuperar aquellas cosas... sino pensar en el presente y lo que puedo descubrir, aprender e inspirarme a partir de ahora. 

Y ahí voy. Sube y baja, sube y baja. 

20:40

Te quedaste aquí atorada. Con mucho amor para dar y sin nadie que te lo reciba. 

Me siento atorada, trabada, agotada. 

Aprender a vivir con dolor.

Yo no quiero vivir con dolor. 

Solo te quiero a mi lado.

No puedes escapar al dolor, ni al pasar del tiempo.

Rápido como el atardecer. Te distraes un poco y ya no existe.

No quiero nada, ahorita... hoy, en este momento no quiero nada.

10/06/2022

 Olorcito a café y cielo nublado. 

Todos necesitamos arte de a ratos en nuestras vidas. 

Writting habit 

domingo, 5 de junio de 2022

 Mi amor...

Aquí estoy, escribiéndote aunque hace mucho tiempo no lo hacía. Y es que... no sé por qué, en verdad siento ahora más que nunca, que tu puedes leerme. Que estas aquí conmigo 

Yo no sé en qué momento lo hice... ni tampoco puedo decir que lo hice a conciencia, ni intencionalmente. Me refiero a bloquear todo... siento que marqué un antes y un después de tu muerte. 

Como si el hecho de que no estés... como si el hecho de tu ausencia, significara también la ausencia de todos los detalles que tuviste conmigo... la ausencia de todo lo que construimos juntos, lo que sí alcanzamos a construir... la felicidad que tuve a tu lado y la persona que fui también. 

Pero aunque tu ya no estas físicamente el resto de elementos que acabo de mencionar, siguen aquí... no sé cómo, no entiendo qué propósito puedan tener... pero todo sigue aquí. 

Y a ratos... me dan simplemente ganas de entrañarlos así como te entraño a ti. 

Estos días... me he dado la oportunidad, de recordar cuando fuimos a comprar con los puntos de la mesa de regalos a Liverpool, todo lo de la cocina. Los sartenes, las tablas para picar, los cubiertos, los utensilios caros pero necesarios... recuerdo incluso que hasta en un momento peleamos... ya ni me acuerdo por qué... creo que porque se hizo muy tarde o algo así. Recuerdo la emoción de un futuro juntos, de estar construyendo nuestra vida completamente independientes y totalmente juntos... porque siempre sentimos el peso de nuestras familias muy absorbentes sobre nosotros y muy preocupados como por jalarnos a nuestras responsabilidades de la casa de nuestros papás... y sentíamos que no podíamos o que no teníamos derecho a ser más egoístas y dedicarnos única y enteramente a nosotros y a nadie más que a nosotros. 

Ahora veo todos esos utensilios en la cocina... y carecen de propósito o de sentido. Porque... si son solo para mi... es ilógico, o a veces lo siento así... Porque en realidad ya no cocino mucho y cuando lo hago no me llena como antes, porque a mi me gustaba cocinar pensando en que era para ti también... que ahora éramos adultos... y pues.... si se trata de mi solamente.... pues la casa de mis papás tiene todos estos aparatos también... todos esos accesorios. ¿Por qué me empeño en usar las cosas que me traen recuerdos muy felices, pero que ahora me duelen? 

Mi respuesta sería... que porque sé que aunque ahora me traigan tristeza... y aunque ahora no parezcan tener sentido como antes... en algún punto lo tuvieron y significaron sueños y alegría... y quiero honrar esa felicidad que tuve a tu lado. Aunque si te soy honesta... no sé si lo estoy haciendo bien. Porque como te decía... pareciera que bloquee todo en mi cabeza... y aislé los accesorios de la cocina, tus cosas, la casa y hasta mi propio reflejo en el espejo... lo separé todo de ti. Como para que me cayera el 20, como para aceptar de una vez por todas... que tu no estas, que tu no vas a volver... y dejar de ir al parque sintiendo que en algún punto... Dios me devolverá en el tiempo como en las películas... y volveré a estar justo en ese momento contigo antes de dar la quinta vuelta... y te podré decir que no, que esperes. que ya no hay que correr. 

Pero no te preocupes mi amor... que ya voy al parque y ya no pienso eso. Sigue siendo todo tan irreal... tan sin sentido... pero entiendo que es la realidad. 

Ayer también recordaba... lo que me decías que querías prepararme todas mis bebidas en la casa. Que querías ser mi bar man personal. Y recordé que teníamos todas esas botellas porque tu en verdad te habías propuesto servirme, amarme... hacerme feliz. Y me acordé de cuando me decías que querías mejorar profesionalmente para que yo tuviera la opción, sí así lo quería de salirme de trabajar y levantarme al pilates y a desayunar con mis amigas del gym, que querías que fuera de esas señoras y que si yo quería trabajar que fuera solo por hobby y no porque en realidad se necesitara. 

Recordé el cómo en verdad deseabas mi felicidad. Y entonces se me viene a la cabeza tu sonrisa.... tu espalda, tu sensualidad, tus brazos fuertes y lo salvaje y delicado que podías ser cuando lo hacíamos. Recordé que me decías Gan Gan... y nina nina tramontina, recordé incluso lo de "Jocoqueiquivora" y toda la bola de apodos enormes, largos, complicados que te inventabas.... y el cómo nos hacías sonreír a todos con ellos. 

Recuerdo lo egoísta que fuí de quererte solo para mi... de las estúpidas inseguridades que sentí todo el tiempo... de que te hartarías... de que querrías volver a tatuar, que tendría que "aguantar" a tus amigos y amigas, y a las tipas que tatuabas... y mis inseguridades sobre tus pláticas con Lizbeth. 

Y yo sé que no debo enojarme conmigo misma... es mi historia y es también el contexto que yo tenía... sí aún... yo no entiendo cómo mis amigos del trabajo pueden ser tan lindos conmigo y tener detalles que al menos a mí, no me habría gustado que tu tuvieras con amigas... pero de todas formas al menos en la boda de Lupita... me quedó claro que yo para ellos, para mis amigos... tengo mi lugar... y es el de una amiga, una compañera de trabajo y nada más. Y tuve dignidad y no me acerqué a ninguno de ellos a quererlos hacer sentir incómodos... o hacer sentir incómodas a sus parejas.... porque a mi no me habría gustado eso jamás. Y entonces... si eso es posible... quizá no era tan imposible tener amistades y de todas formas entender el lugar que tu tenías para mi como mi pareja y viceversa. 

Y es que los humanos somos tan extraños... y creamos lazos entre las personas. Lazos muy fuertes inexplicables... se llama el amor. Y cuando dos personas se lo proponen y lo tienen claro... hacen magia con la vida en nombre del amor. 

Entonces... por primera vez y viendo Betty.... tu sabes aunque nunca supe si logré trasmitírtelo... lo importante o lo mucho que me identifico yo con la historia de Betty.... me parece la historia de una mujer llena de inseguridades, dudas y complejos... que va recolectando a lo largo de su vida por los maltratos que le toca vivir. Y siempre le toca esperar y esperar hasta que las cosas mágicas le pasan y la llenan de bendiciones... siempre lo ví así y ahora lo veo así más que nunca. 

Yo tengo un traume con los noventas.... y al momento de mostrarte ese trauma que tenía yo... siento como si se hubiera unido contigo... siento super relacionado todo lo que tiene que ver con el tecno por las pedas que nos montábamos tu y yo con la luz del árbol, los 90, la moda de ese entonces, Betty que es la novela que veía en el tiempo que no pude verte por el covid y que después me pediste que nos casáramos... así que la relaciono toda contigo. Lo relaciono al Coco Bongo y al hotel de la luna de miel que también eran noventeros... con todo Cancún que fue el primer lugar al que pudimos viajar juntos como pareja... que todos lo sabían y que sentía tener el permiso social. 

Generalmente, trataría de aislar esos sentimientos de ti... esa ausencia... pero de alguna forma rara, pensar en Cancún, en la playa, en los 90, viendo Betty... siento alegría, emoción y felicidad como si algo padre fuera a pasar... y la verdad es que no lo logro entender bien. 

Pero me gusta esa sensación... y quizá los cantaritos ya nunca serán lo mismo sin ti... ni botanero 21, a donde por cierto no he podido ir porque me trauma el pensar la falta que me vas a hacer... a lo mejor volver a Cancún, ir a la playa o a bailar... ya nunca se vuelvan a sentir como se sintieron como cuando estuviste tu. Porque es una realidad que ahora ya no estas aquí... pero también siento que tu me dices, que yo sí estoy aquí. Y que tengo que ser feliz... que todos esos detalles que tuviste conmigo, siguen conmigo. Que lo que construimos juntos no solo es el proyecto de la casa, sino lo que me lograste trasmitir y enseñar a mi. Antes de morir, no con tu muerte. Aunque tu muerte también me enseña mucho. Y todo lo que puedo hacer florecer en mi vida a partir de esa semilla que sembraste. 

A lo mejor en mi otra vida estuve contigo en los noventas y por eso me causa melancolía y a lo mejor éramos amigos de Camilo y Evaluna y Ricardo Montaner y por eso también ellos me causan esta sensación extraña. 

A lo mejor algún día entenderé todo... pero hoy empiezo a sentir las cosas diferentes. A dejar de querer llamar la atención, a dejar de querer ser querida por todos y observada por todos... de pronto tengo ganas de ser discreta... de darme a respetar, de reconocer mi propio valor. De tener claro lo que quiero y lo que no quiero para mi vida. Que no soy ninguna ingenua ni ninguna estúpida... que ya no quiero que me vean como la estúpida o la moldeable... simplemente que me den mi valor y me vean como la mujer fuerte que soy... como siempre me viste tu. 

A lo mejor ni siquiera se trata de que los demás lo vean... se trata de que yo misma lo vea y me sienta. Me sienta a mi misma. Me reconozca... a lo mejor mi muerte esta a la vuelta de la esquina... y yo no quiero perder el tiempo mi amor... eso es algo que me queda muy marcado y muy grabado. 

Te extraño Ismael. 

Te extraño mucho. Y quiero que lo sepas. 

Que fui muy feliz a tu lado, pero que entiendo que lo puedo seguir siendo. Que fui una mujer, una persona a tu lado... pero que lo sigo siendo. 

Que me sigue encantando el café... aunque ahora me toque preparármelo a mi misma. Que sigo amando el olor de la lluvia y se me siguen antojando los Fokis y las margaritas... que seguiré amando la música tecno, y que aunque duela bailarla sin ti... lo seguiré haciendo en honor a ti y con la esperanza de que vuelva a disfrutarlo tanto como antes... y sin dolor. 

Que yo no sabía que podía ser tan social y sin embargo, mírame aquí estoy. Que hago cosas que antes me daban pena y que no pasa nada... porque en cierto modo... me libere. 

Atreverme a aceptar que no me gusta el ambiente de trabajo en mi área en la empresa... aunque sí me gusta lo que hago y sí me gusta la empresa. Entender que no tengo ganas de lamerle los pies a nadie ni demostrarle nada a nadie... y aunque claro que me da miedo alguna vez mirar hacia atrás y sentirme mediocre con mi vida.... creo que más fuerza siento al pensar que puedo ser la clase de mujer que sigue su intuición, que sigue sus sueños, su felicidad y que hace valer cada segundo de mi vida. 

Tener fe en Dios y que estoy donde estoy por alguna razón. Amarme, ante todo amarme un chingo, respetarme un chingo y hacer lo mejor posible por mi. 

Esta es mi historia. Esta es mi vida.