domingo, 24 de febrero de 2019



Es madrugada de domingo, pero en realidad... el tiempo no existe para ti y para mi.
Estamos en medio del bosque, frente a una fogata y mariposas recorren, suben y bajan por mi pelvis, hasta llegar entre mis piernas. Nada me importa y puedo ver en tu sonrisa que a ti tampoco. Entre la nada, las estrellas, la luna y tu mirada, puedo perderme en una reacción química de mi cuerpo que me obliga a quererme dejar caer entre tus brazos. Siempre es así... tu sonrisa me controla y más si la siento perdida en mí. (1:53) Camino hacia ti, para eliminar la distancia que existe entre nosotros, te miro a los ojos fijamente mientras me aproximo, hasta que tu olor llega a mi nariz. Quiero adueñarme de tu cuello. Somos mucho más que esta carne y estos huesos. Somos polvo de estrellas, destinadas a existir en el mismo tiempo, en el mismo espacio y hoy estoy aquí para proclamarle al universo que eres mío y que no me importa nada de lo que pueda estar sucediendo en ese mismo instante, porque todo lo que nos rodea, ahora mismo será un testigo de nosotros, de esto que hemos creado que es más aún que la idea simple del amor. Esto va más allá de algo físico... Por un momento, es como si tus sustancias, tu magia y la mía se mezclaran en el aire. Una promesa de amor que genera calor en esta noche tan fría. No dejas de mirarme a los ojos y la música se intensifica... (2:36) y entonces es real, y entonces sucede, esta hecho: somos uno, nos hemos transformado, ya no hay nada que hacer seré tuya y serás mío por siempre