miércoles, 27 de julio de 2022

Olor de mujer.

Me gusta recordarme mujer y recordarme bella aunque todavía no me acostumbro a su cuerpo.

Es raro el cambio entre una persona y otra pero no me desagrada, al contrario, me encanta. 

Me encanta platicar con Luis, ser sincera y en sí, creo que sigo todos los días aprendiendo a no esperar nada. 

¿Qué implica exactamente madurar? ¿Qué significa?

A veces pienso que se trata de aprender a vivir más ligero. 

Sin tantos dramas, sin tantas restricciones pero al mismo tiempo con muchísima más consciencia de quién eres y del impacto que tienen tus acciones en los demás. 

Quizá me he vuelto muy floja o quizá ahora vivo mucho más. 

Mi recordatorio favorito de que la vida se acaba, es cuando toqué el pecho de Ismael al haber pasado una hora de haber muerto. Ese pecho que me cobijó tantas veces, que me volvió loca, que me protegió, que me hizo sentir acogida por las noches y húmeda en tantas ocasiones... de pronto era una piedra. Un costal de huesos. Frío, rígido, tan orgánico... tan real que no parecía real. Recuerdo sentir la fragilidad de la vida... el reconocimiento perfecto entre lo que es un antes y un después. 

Así que todo cobra otro sentido. No tenía lógica que alguien como él se fuera. Con su edad, con su energía, con sus intenciones y sus ganas... pero se fue. Porque así es esto. En los planes de Dios no estaba un Afore, un sueldo quincenal ni las prestaciones y los préstamos. En los planes de Dios estaba el día a día. Las miradas, las sonrisas, las lágrimas. La pasión, el dolor. Cuando conectas con alguien de inmediato aunque no parezca que tengan nada en común. Cuando te conmueves con algo porque TIENES esa capacidad, porque PUEDES hacerlo. 

En los planes de Dios estaba enamorarte de alguien y pelearte también... el al final soltar y aceptar y respetar... los bebes, los hijos. Lo que te enseñan, lo que les aprendes. Lo que les dejas y al final de cuentas, un transitar en este mundo. Un ir y venir. 

Cuando pienso en todo esto, no me da miedo estar con Luis... se me abren las puertas de la vida. 

No quiero justificar mis acciones y orientarlas a la des obligación o irresponsabilidad, solo digo... que trato de vivir mucho más conscientemente mi vida... disfrutarla y aprenderle de verdad. 


jueves, 21 de julio de 2022

La playa… ojalá quedara tan rápido como para venir cada que se te antoje… y no a cuatro horas de distancia. Estoy emocionada por volverlo a ver pero al mismo tiempo me da mucho miedo… porque me conozco y soy de clavarme, yo no me rindo fácilmente y se que si me entrego lo hago a manos llenas.

Traigo muchas cosas en la cabeza y al mismo tiempo no quiero traer nada… estar aquí me hace recordar Cancún y Punta Perula y Sayulita… solo tres playas en las que pude estar con Ismael… y se quedaron clavas en mi corazón… esa sensación de sentirme sexy, de sentirme en aventura y protegida al mismo tiempo. Ahora… volver a convivir con mis papás, con mi familia y sus decisiones, es bonito porque estar sola también es cansado pero al mismo tiempo me enfada… era una dinámica en la que nunca se toman en cuenta al 100% tus opiniones y si se hace… alcanzas a sentir como culpa. En cambio… con Ismael era NUESTRA historia, nuestras decisiones. No puedo creer que todo eso… aquello que creía tan mío… tan mi hogar… de pronto de la nada se esfumara de mis manos… como polvo, como arena…. Y sin embargo quede salpicada. Me genera mucha incomodidad y hasta cierta desesperación su ausencia…

Y trato de enfocarme en el presente. En lo que soy ahora. En el dónde estoy aquí, ahorita. El cuerpo que ahora tengo, las decisiones que he tomado sobre él tanto consciente como inconsciente. Trato de acordarme de mis amistades que me han hecho sentir que les hago falta ahora que no estoy en mi rutina y a pesar de que a muchos de ellos no los veo todo el tiempo. Trato de pensar y aferrarme a Luis aunque quizá tampoco este bien. Y es que me gusta la intensidad… tengo esos altibajos. Necesito pasión e intensidad, y después calma y meditación para después concentrarme y dar lo mejor a nivel productivo y volver a empezar el ciclo.

Creo que ya me tocaba descansar sobre todo después de casi tres días sin dormir por culpa de mi locura y ganas de soltarme y la neta quise agradecerle a Dios y a la vida que me daban la oportunidad de dejarme llevar y de que se me cumpliera el deseo de estar con Luis. Llevaba dándole vueltas al pensamiento por semanas si no es que por meses… y cuando se te presenta la oportunidad… no lo sé pero yo ya tengo como un instinto de culpa… en el que no me puedo creer que la vida me quiera permitir estar contenta así que trato como de evadirlo… pero ahora me dejé llevar… quizá demasiado… y es que al final de cuentas siempre estamos en busca del equilibrio.

Pero lo que sí recuerdo sobre Ismael es que llego y arrasó con todo en mí… derribó poco a poco mis barreras y me liberé… ahora ya no me siento con la capacidad de volverme a encerrar, de volverme a limitar, tengo ganas de ser feliz, tengo ganas de soltarme y es lo que hice. Diría que ya no me importa estrellarme, pero estaría mintiendo, claro que no quiero terminar arrepintiéndome pero ya me harte de tener miedo a lo que pueda pasar y al final de cuentas el decidir no hacer las cosas es una decisión… prefiero sufrir porque hice lo que me latía porque me dejé llevar, porque confié. Yo creo en Dios… en su camino y siempre me ha presentado cosas locas pero supongo que es porque tiene un plan para mí. Quizá no lo comprendo, pero sé que existe.

domingo, 17 de julio de 2022

26 años

 Hay días tristes y días felices. 

Días que entiendes y otros tantos que no.

Momentos en los que te sientes bonite y guape y otros que eres horrorese. 

Así como el cielo cambia de colores todo el tiempo, así como tiene días nublados y días de sol. 

Así es mi vida, mis sentimientos y estado de ánimo.

Me impresiona tanto estar aquí. En este lugar que me ha visto crecer y ha sido mi compañía de descanso desde que soy pequeña. La última vez que vine, yo regresaba de Francia, necesitaba el clima mexicano y sus playas... Ismael me esperaba en GDL emocionado por empezar de nuevo juntos, aún a pesar de todas las peleas y malos entendidos... teníamos claro que nos gustábamos. 

Ahora él no existe en este planeta. Se fue siendo mi esposo y el año pasado me llevó a la playa por mi cumpleaños. Los hombres... y más aún, hombres como Ismael, tienen esa capacidad de revolver tu mundo, darle un giro 180 grados y convertirte prácticamente en su Diosa. (Sin creérmela eh Dios?, advierto)

Ahora traigo a Luis en la mente... Todavía no sé bien a dónde nos llevará todo esto. Tonta no soy y estoy consiente de algunos defectos que alcanzo a ver. Pero ¿qué más da? también ya he aprendido a dejarme llevar. A ya no esperar nada y solo saborear el momento. La verdad, yo solo necesito disfrutar el momento. Ser playa, ser mar, ser tropical y dejarme de poner a mi misma etiquetas. Si me siento sexy, si me siento loca, si me siento diferente, es mi bendito problema. 

Me gusta mezclar entre la dulzura, la inocencia y la locura. Soy una niña, pero también soy una mujer y me atrevo a decirlo y expresarlo.

Creo que estoy aprendiendo a no juzgar ya a nadie ni creerme el cuento que se puede decidir qué hacer con tu vida. Puedes tener las mejores intenciones, pero la verdad, es que venimos a aprender y a experimentar. Siento que los nuevos discursos de informarte para tomar decisiones más responsables, de detenerte a analizar todo, esta bien claro. Pero que también debemos vivir realmente el momento que tenemos en frente y sustraer la esencia. Aprendemos de las experiencias y diálogos de otros en podcast pero tienes tu vida justo aquí y justo ahora, no puedes pretender ya saber todo ni que encontrarás la verdad de la vida en páginas de libros. 

La vida esta ahí a fuera, en esa persona que te encanta y te da miedo y te enseña a decir NO, pero más importante aún, te enseña a decir SÍ. 

SÍ a estar vivo. Sí a equivocarte y vivir con las consecuencias de tus errores y descubrir que pase lo que pase, la vida sigue y que sigues adelante. Sin miedo, sin límites ni control. Solo amor, mucho amor. Y por ende, como dice en la biblia, todo lo demás: respeto por la vida tuya y de los demás, la compasión, la solidaridad, la humildad y sinceridad. 

Creo que las respuestas estan ahí a fuera, en los árboles, en la lluvia y las aves. En los amaneceres y atardeceres, en las frutas dulces que caen de los árboles y en las semillas sembradas y cultivadas. 

Solo quiero liberarme y vivir.