Todos necesitamos descansar.
Todos necesitamos el viento y el sol.
Todos nos llenamos de energía y nos descomponemos de vez en cuando.
Mi casa es mi casa.
He intentado huir, llenándola de gente o yéndome de viaje.
Queriendo llenarla de nuevas historias. Sin darme cuenta... que mi historia esta aquí.
Desde la primer visita que hicimos Ismael y yo y nos enamoramos de ella, por su orientación y su vista.
Desde cada visita que le hicimos con un sueño en la mente y en el corazón.
Cada detalle, las protecciones (cánseles), los colores de la cocina y de la cochera, la cortina del baño y el diseño de la sala.
Pasamos horas en la habitación, comiendo y viendo tele y ya no me duele como al principio, estar sola.
Porque en realidad... aquí en la casa ya no me siento sola.
Creo que Ismael quiere que empiece a hacer de este espacio, algo mío. Mi mundo.
De chiquita soñaba con esto y creo que nunca se lo dije a él.
Soñaba con vivir sola, tener mi tiempo y mis cosas.
Es como si ahora él lo supiera, y quisiera impulsarme a hacerlo.
Me saca de compras, me saca de paseo... no sé cómo, siento una vibra en mi que sé que no proviene de mi. Es una fusión extraña. Que quizá nadie me creería pero jaja ese no es el punto.
Yo la siento... y para mi es un regalo que agradezco y aprecio.
Lo que no me gusta, es que de cierto modo... he escapado de disfrutarlo.
Encerrándome en el trabajo, buscando estar fuera con planes con amigos o buscando refugio en mi familia cuando necesito chiqueo.
Pero en momentos... decido salir adelante y lo hago por mi. Abrazarme a mí misma.
Cada que estoy desarrollando algún nuevo proyecto, lo siento a él a mi lado, abrazándome por la espalda y diciéndome "ESO gany"
Y cuando hago planes con mi familia y amigos, cuando compartimos momentos bellos y no son por escapar... se siente diferente. Se siente como que estoy evolucionando... como que la vida cobra sentido y el sentido es esas sonrisas y ese sentir agradable que vibra en el pecho.
Y lo veo a él orgulloso, me llega la imagen a la mente de él sonriendo y es ahí cuando sé que él esta conmigo y que siempre lo estará.
Y se siente bien... se siente demasiado bien.
Le contaba a mi mamá. Que estando con él, yo me chiqueaba. No me preocupaba demasiado por dónde estacionamos el carro, la ubicación de la tienda en la que compramos algo que nos gustó. Él se la sabía y punto, si necesitaba volver le preguntaría a él.
Y ahora que paseo por los lugares a los que íbamos juntos, que mamá me acompaña para comprar algo que quiero y sé que fui con él... sé cómo llegar, sin pensar demasiado, sin usar google maps. Encuentro los lugares rápido y sin problema... si busco algo, necesito ayuda y no sé ni por dónde, lo encuentro... o alguien llega a ayudarme.
Es él.
Sé que es él.
Pero quiere que sea de mí también.
Mis proyectos, mis sueños, mis motivaciones....
Me apoya, esta conmigo y quiere que sea feliz.
Que no escape, que no huya.
Mi casa... mi tiempo, mi espacio, mis proyectos. Establecerme en mí. Por mi y para mi.
Y desde mi centro poder compartir con los demás... ayudar a los demás, servir a los demás.
Aprender a escucharme cuando algo no me gusta. Me decía mi amiga Lady, "si algo te esta vibrando... que te suena y suena que no te esta gustando... detente! puede parecer que deberías estar haciendo esto y aquello, que debería importarte algo... pero quizá... quizá todo esto nos tenía que pasar para poder darnos cuenta de algo que estábamos omitiendo, dejando de lado. Y que debes enfocarte en tu misión de vida"
Cuando ella me dijo eso... fue respuesta directa a mis dudas existenciales recientes... el trabajo y mi "carrera profesional" te hablan tanto de ella en la escuela... pero qué pasa con tu "misión de vida"?
Creo que la estoy dejando de lado. Y al menos ahora para mi y en mi experiencia... tu vida profesional y tu misión de vida deben estar conectadas. No son aspectos mutuamente excluyentes.
No tengo conclusiones aún... y la verdad no sé si algún día llegaré a alguna... Solo tengo este feeling. Mi intuición que me dice que le tengo que dar por ese lado, seguir esa idea... la idea de ver por mi, abrazarme en mi soledad, buscar mis proyectos y mi misión de vida más que "el éxito profesional"
