viernes, 24 de septiembre de 2021

 Lo que me esta doliendo no es el hecho como tal sino lo que pienso e interpreto de eso. 

Nos avala toda la cultura del victimismo, las telenovelas, sociedad, etc. 

Ver las cosas desde diferentes perspectivas. 

El perdón es un acto de amor. 

La vida es muy generosa, es una escuela y lo que resientes, lo que reprimes lo repites. 

El patrón manda, siempre. Si no cambias tus patrones mentales, tu forma de observar, de sentir el mundo. Vas a seguir trayendo a tu película personas, estos personajes que hagan de villano o de este papel en el que tu puedas jugar el rol de la víctima.

Lo bueno del perdón es que no lo tienes que sentir, o que creer fielmente sino que incluso con empezarlo a fingir, tu sistema de pensamiento empieza a generar nuevas sinapsis cerebrales que te conectan con esa posibilidad.

El secreto esta en entender que no es la mente racional la que perdona. Porque la razón es la que vive en la mente de: bueno - malo, justo - injusto, feo - bonito y desde ese lugar perdonar es prácticamente imposible.

El perdón no implica amnesia, claro que te vas a acordar, pero tu tienes la voluntad de elegir que quieres interpretar de eso que sucedió. Entonces el perdón se hace con la inteligencia espiritual, no intelectual. Es más, nosotros no vivimos con la inteligencia intelectual, si fuera así no haríamos muchas cosas que sabemos que no nos funcionan pero que las seguimos haciendo, por qué? porque vivimos con la inteligencia emocional. 

Tenemos que salir de esta mente que justifica que no perdonemos y tenemos que darnos cuenta que existen ciertos bloqueos que nos impiden perdonar. Por ejemplo con la idea de que no perdonar nos protege. Pero es falso porque lo que no perdonas, lo repites con otros escenarios, con otras relaciones, de otra manera pero sigue estando ahí la información, apareciendo, no para fastidiarte la existencia sino como una invitación a que mires dentro de ti y que veas que es lo que estas creyendo y pensando.

Y es que a veces pensamos que si perdonas y muestras debilidad, la gente te la vuelve aplicar. Pero esto es que no estamos teniendo limites amorosos con los otros y con nosotros. Porque el verdadero amor es dejar ser a las personas lo que son incluso si lo que son no me gusta y no me funciona. El verdadero amor es dejar ser a las personas lo que son incluso si lo que son a mi ego no le funciona. 

Con la pregunta con la que yo vivo es: "quieres controlar o confiar?"

Cuando quieres controlar estas en resistencia, en negación, en miedo, en ansiedad, en preocupación. Ya me fui al futuro, ya me fui al pasado con culpa, estoy en modo querer corregir y querer cambiar. 

Desde este lugar, tienes una hipnosis de pensar que puedes cambiar de los otros pero la realidad es que no es cierto. Pero si puedes cambiar lo que piensas de ellos y también aceptar que las personas hacen lo que pueden con lo que tienen y que te dan lo que se da. Entonces una persona que pega que grita ahí esta, ese es su estado de consciencia. El que espera desespera, la esperanza es una hermana pobre de la fe. Hay que pasar al entendimiento, a la claridad, al amor por el otro y reconocer que si ese es quién puede ser el otro, si a mi me funciona o no me funciona. 

Perdonar no implica aguantar, soportar, sacrificar porque eso no es perdón, eso es seguir ciclado en una posición de victima. 

Claro que hay cosas que me duelen y el dolor es un aviso de que hay algo que sanar. Ese dolor esta ahi para indicarme que tengo que trasmutar la perspectiva con la que estoy viendo las cosas, la historia que me estoy contando y sobre todo... trasmutar la culpa en responsabilidad. Pero para ello es importante que estemos dispuestos a soltar estas ideas como la que se mencionó anteriormente para protegerte. 

- Cómo empiezo si estoy sumamente enojada, si la historia que me cuento me duele muchisimo?

De entrada hay que darnos permiso de estar en modo victima y ponerle fecha de caducidad. 

Estar en consciencia implica reconocer que hay cosas que no acepto. Y cuando no acepto que no acepto, ya estoy aceptando algo... entonces ya estoy transformando.

Me voy a dar permiso de sentir esto, x cantidad de veces.

Es que al final todo el tiempo te estas perdonando a ti. 

Por encima de cualquier situación, esta la voluntad de entender que eres más que este cuerpo. 

Va a llegar un momento en que la conciencia te va a llevar de una manera muy orgánica, muy natural 


miércoles, 22 de septiembre de 2021

21/09/2021

 Fuera melancolía.

El cielo esta más azul que nunca en estos días. 

"Para el día que lo necesites" le oí decir a Erika.

El día que lo necesites... suena lejano y la vida se nos va de las manos entre pendientes y desgastes innecesarios. Por eso prefiero no estresarme.

22/09/2021

Hay gente que te trasmite paz como Blanca, con sus audífonos de diadema y su forma tan suave de hablar. Y gente que te estresa como la Maritza de graneles. Siempre quiere hablar de ella, de su familia de sus opiniones y es como CÁLLATE. 


lunes, 20 de septiembre de 2021

02/09/2021

 Llega un punto que toda la música me harta, pero tampoco quiero escuchar las conversaciones de los demás aquí. 

A veces, por un momento me gustaría silencio. 

Igual no pierdo la esperanza... alguna me ha de gustar. 

03/09/2021

Hay cosas que hay que tomarse con calma y otras tantas que no... je.

07/09/2021

Me prometí no escribir porque me distraigo, pero no puedo evitarlo. Necesito alguna clase de terapia o mi cabeza se volverá loca. 

Tengo ganas de perderme viendo Tumblr, oír música relajante y un café con leche de vaca. Una lluvia en Mazamitla como el día que Ismael y yo nos fuimos a desayunar y fue tan bonito. 

Algunos momentos son mágicos. 

No quiero pensar en ti así. No quiero acordarme de eso. Eso no puede ser tan grande. 

¿Qué es lo que quieres aprender de la vida? Si realmente te amo... ¿en serio soy tan egoísta?

El pasado es adictivo. El pasado es adictivo. Lo repites en tu cabeza pero tratas de vivir el aquí y el ahora. Nada dura demasiado tiempo. Aunque algo te dé estabilidad. 



viernes, 17 de septiembre de 2021

Lo negativo...

 Un día que parece lunes pero no es lunes. 

Es viernes.

Me pregunto a dónde se fue mi seguridad. Esa confianza que sabía sentir. Me siento un poco perdida. 

Me hizo mucho daño, encontrar esos mensajes me hizo mucho daño y sé que esa es la raíz. 

No importa que la psicóloga dijo que no me debía importar eso. 

No importa que Ismael ya lo haya vivido y no sufre. 

A mi me duele. 

A mi me afectó. 

Y creo que entre más rápido lo acepte más fácil será para mi. 

Ya ni siquiera se trata de esa tipa, de lo que decían los mensajes, el tiempo en que pasó. Las intenciones o todo lo que ha venido después. 

Porque el sentimiento de miedo, de inseguridad, de tristeza se quedó clavado en mi corazón e impregnó toda mi sangre. 

Temo, siento pavor. Sufro, me arde. 

Estoy muy sentimental hoy. Como al borde del hilo. 

Puedo o tumbarme a llorar o solo ignorarlo y envolverme en el trabajo y mis pendientes. 

Lo que nadie ha podido entender de esta historia. De esa herida. Es que, en la época en que Ismael andaba cotorreando de esa forma... yo estaba más enfocada que nunca en sentirme muy unida a él. Quería atar todos los cabos sueltos... mezclarnos perfecto y sentir que el casarnos era el "final" perfecto, el broche de oro a la historia de amor más intensa, pura, honesta y directa de la historia. 

Quería conectar con él para llegar al altar siendo otros seres humanos, más conectados, inseparables. Telepáticos, interconectados con moléculas en el aire. Y en verdad sentí que eso éramos. 

Pero desde que vi en dónde andaba su cabeza me cayó por completo y de forma absoluta, la realidad que podíamos estar completamente en lugares distintos, pareciera que juntos pero en realidad muy muy lejos. 

En esos días que pude interiorizar mucho por todo este show del home office a causa del covid... que pude pasar mucho tiempo para oír misas y volverme una persona muy espiritual... me envolví en una burbuja de ilusión. No me gustó darme cuenta de la realidad. 

Me sacaron de mi círculo de seguridad. De pronto ya pasó casi el mismo tiempo que duré metida en ese trance: ya llevo 5 meses de casada. Me enteré de todo esto hasta marzo pero desde que me comprometí... desde que Ismael me pidió que me casara con él en Mazamitla... ahi empieza la transformación de mi vida y es algo que Ismael quizá no acaba de comprender. Ni siquiera se acuerda de la fecha. 

Fué en Julio... agosto 1, septiembre 2, octubre 3 noviembre 4... para noviembre, ya habíamos pasado por muchas peleas pero no sabía el tipo de mensajes que él mandaba. diciembre 5... todo empezó a mejorar. enero 6, febrero 7 todo empezó a mejorar mucho más porque fue cuando me regaló la primer carta en la entrada del trabajo y me dio dulces. marzo 8... me tronó el corazón en mil pedazos y siento que no lo he podido unir. 

Ya no puedo evitar ver cualquier mensaje de él sin sentir que borra cosas... que en realidad dice otras. Sin sentir arder mi corazón y querer quemar vivas a las tipas. Yo no sé qué me pasa. ¿Esto tenía mi abuelita quizás?

Le temo a las mentiras. Me hacen mucho mal. Sé que si viniera otra mentira yo ya no podría más. Sé que me hundiría y no podría volver a intentarlo. Ya no quiero y le ruego a Dios porque ya no existan más mentiras. Porque nos cuide, porque nos permita ser mejores personas: el uno con el otro y con nosotros mismos. Que me de fuerzas para resistir cosas feas. Quiero ser feliz... quiero sentir... sentir plenitud y felicidad. Vivir el cuento de hadas. Soñar... no me quiero hundir.

No sé con quién hablar sobre esto pero me hace bien escribirlo. Ahorita escribiré todo lo negativo... ya vendrá lo bonito después. Porque aún a pesar de todo este desastre, de todo este miedo, de tantas dudas e inseguridades... han venido también certezas... seguridades, esperanza e ilusión por un presente y por un mañana.


Por supuesto que no todo esta perdido. Si no... yo no estaría aquí.


Ayer mientras hacíamos el amor, sentí que por fin pude bajar la guardia. Mi perfil de tipo de personalidad no se equivoca en esa parte pero jamás lo habría sabido explicar. Soy muy perfeccionista en quien decidiera tener a mi lado. 


Y me gusta de Ismael que no se conforma. Que quiere ser mejor. Hay muchas cosas que no comprendo en él y se que no debo obsesionarme con entender. Pero al mismo tiempo se que no soy tampoco el tipo de persona que se conforma y pueda solo ignorar si algo no me gusta. 


 Quizá... mi error fue querer que en ese crecimiento o en esa espiritualidad él estuviera a la par conmigo... porque claramente somos dos personas distintas y él va a su ritmo. 


Quizá siempre debería tener en mente ya... que eso no se puede. Y seguir ligera en mi camino... sin cargar con la pesadez de querer lograr algo. 


Quizá me liberaría de todo lo malo y me permitiría amar de verdad como lo hacía antes. Amar sin analizar cada movimiento o sin tener. Amar con ilusión y certeza de plenitud y permanencia.

Pero no niego y lo sé con absoluta seguridad... que siempre guardo la ilusión que si le comparto lo que siento y lo que me llama a Ismael... él decidirá acompañarme y venir conmigo. 


Al final, la conclusión siempre es esa. Que lo quiero conmigo. Pero con todo esto de lo que me alimenté... ni aún teniéndolo conmigo lo siento mío. Yo creo que tengo miedo y me da más miedo aún que por paralizarme con el miedo, termine por alejarlo y hacernos daño de verdad.