domingo, 29 de octubre de 2023

Homenaje

Día de muertos, 

Folklore mexicano.

Siento que en México tenemos esa capacidad de combinar dolor y hermosura.

Profundidad y forma. 

Este año, día de muertos es especial, es un punto de inflexión para mí.

Un choque conmigo misma. 

Últimamente soy un mar de emociones que no sé entender.

A veces juro que estoy bien, sonrío y me siento plena y contenta. 

A veces caigo en hoyos profundos, todo me parece sin sentido. 

Dicen que nada es tan horrible como parece.

La vida tiene esa habilidad de hacer pasar las cosas casi como desapercibidas entre la rutina y monotonía.

Pero muchas veces, pasan cosas que duelen, profundamente. 

Me gustaría decir que ya no le tengo miedo a esos momentos... pero sería mentir.

Pensé que había entendido tu muerte, pensé que ya no había más hilo que deshebrar pues cómo dice Daddy Yankee lo que ya pasó, pasó y no hay nada que podamos hacer al respecto. 

Hoy estamos vivos, estoy aquí y no puedo quedarme clavada en el pasado.

Pero hay una espinita diario, una punzada que aparece y duele ante pequeñas cosas y detalles de la vida:

Cuando las cosas no salen como me gustaría de nuevo, 

Cuando me lastiman,

Cuando siento incertidumbre sobre qué será de mi. Sobre el ¿y ahora qué sigue?

Cuando veo a otros plenos y yo me siento tambaleando (comparaciones)

Pero yo soy yo y trato plantarme en mi misma, reconocerme, valorarme y honrarme.

Me he dado cuenta que me afecta cuando las personas me piensan egoísta, o cuando piensan que hago las cosas por lastimar, por presumir, por obstaculizar o molestar...

Me lastima porque estoy en un trabajo constante de mi persona, por reconstruirme, por liberarme de mis propias inseguridades y de mi dolor.

Y es ahí dónde se mezclan mis miedos, mi añoranza y tristeza. En ese intentar combinar mi esencia, lo que era, lo que soy y lo que me gustaría ser con mi contexto, con las personas que me rodean, con el trabajo que tengo, con mi realidad.

Y son tantos los factores que nos interceptan día con día:

Cosas simples como el tráfico, el correo agresivo de alguien en el trabajo, el comentario tóxico de la vecina o una pequeña pelea con tus personas cercanas... cosas chiquitas que cuando estamos vulnerables, hacen muy fácil ir dejando estancadas las reflexiones sobre lo que nos afecta con tal de sobrellevar las cosas y seguir con nuestras vidas y siento que eso que se estanca se va añadiendo a nuestro carácter como grasa en las arterias.

Ya no quiero vivir ahí. Ya no quiero estar estancada con mis miedos, tristezas, complejos e incertidumbres.

Quiero que me llene mi vida. 

Este año preparé un altar y lo hice en tu honor, me emocionaba y entristecía al mismo tiempo porque es el último proyecto que hicimos juntos. 

En cierta forma es bueno. 

Nos quedamos en ese día de muertos infinito, no sabíamos que era el tuyo.

No lo tuvimos que limpiar,

Este año, decidí que viviría al máximo día de muertos.

Decidí que lo haría como un homenaje a ti, a tu ser lleno de luz y de magia que iluminó tanto a mi vida, que vino a dejarme un mensaje y que aún me sigue hablando diciéndome que no me quede aquí, que no me quede viviendo y sintiendo así.

Este homenaje se convirtió en un proyecto que me impulsó por días y me ha ayudado a explotar mi creatividad, a liberarla, soltar esas etiquetas de qué soy y no soy, de explorarme, de no tener verguenza de expresar a pesar de que no he tomado muchas o todas las clases de arte y no soy considerada una artista. 

Me permitió darme el espacio, darme mi intimidad, trabajar mi relación conmigo misma. Tomarme el tiempo de escucharme. Cree mi espacio, puse pausa a otras cosas a las que les dedico tiempo para permitirme hablarme.

La compra de cada listón, de las flores, los adornos se convirtió en una experiencia interna, logré salir de la norma que establece mi rutina para no solo recibir todo el tiempo información y pude voltear mi vida un poco más de adentro hacia fuera. 

Me di cuenta de tantas cosas que están disponibles para mi. 

Me permitió darme aún más cuenta del hermoso tesoro que Dios me ha dado y es mi familia, pasar tiempo con ellos, que nunca me sueltan, están ahí a pesar de mis altibajos y desdenes... y reímos juntos, anduvimos de aquí para allá. Aún seguimos muy sensibles por el infarto de mamá y disfrutamos de la bendición de poder estar juntos, de la bendición que Dios nos diera esa oportunidad.

Ayer no fue día de muertos oficialmente, pero para mi esta aventura empezó desde hace ya mucho tiempo y puedo decir que ya me siento satisfecha y feliz. Inspirada y motivada para avanzar con mi vida.

Te agradezco Ismael, te agradezco por seguir generando este impacto. Porque de la inspiración que me genera el saber cómo pensabas de la vida y lo que querías para mi y lo que querrías en el futuro para mi es un motor muy fuerte que me impulsa a no rendirme conmigo misma, a no soltarme, a seguir buscando.

Aunque a veces me duela y reniegue, seguiré adelante. No solo por ti, sino por mí. 





jueves, 19 de octubre de 2023

 No es que no he querido escribir sobre ti. 

Tan solo intenté avanzar cómo sé que hubieras querido,

Como sé que tu lo hiciste cuando pasaste por lo mismo.

Saber eso me fortalece. 

Sin darme cuenta, una fiesta que me encantaba ahora me duele tanto.

Pero trato de darle la vuelta, trato de salir adelante. 

No hay forma, no hay forma que esto mejore. 

Lo único que se puede hacer es sentirlo y eso lo sé bien. 

No puedo evitar acordarme del hotel francés, de cómo nació la idea acostados en cama hechando hueva en el cuarto viendo videos del tipo que se iba a sitios abandonados y se te ocurrió que fuéramos a ese hotel y lo cumpliste.

Qué gran distancia entre querer y hacer.

Jamás lo había tenido más claro que ahora.

Formamos una aventura tan bonita en nuestra propia ciudad, preparando nuestra siguiente aventura que trasladamos aquí a la cachita. 

Siempre pensé que llenaríamos de alegría esta casa,

De alegría y amor.

Y ahora me siento tan vacía. 

Ay Mon, a veces me siento tan rota. 

Estoy en un punto de quiebre pero no he querido reconocerlo. 


martes, 17 de octubre de 2023

13/10/2023 10:54 

Dicen que nada es tan horrible como parece.

La vida tiene esa habilidad de hacer pasar las cosas casi como desapercibidas entre la rutina y monotonía.

Pero muchas veces, pasan cosas que duelen, profundamente. 

Me gustaría decir que ya no le tengo miedo a esos momentos... pero sería mentir.

viernes, 13 de octubre de 2023

 Yo a él no le debo nada. 

En cambio, por ti respiro. 

Te extraño en cada miligramo de mi piel y en la diamantina de mi alma. 

Por ti es que soy quién soy.

Por ti exijo tanto, por ti espero tanto. 

Por ti hoy lloro pues ya eras perfecto. 

A veces siento que es por eso que te tenías que ir, eras un angelito que vino a iluminarme la vida.

A dejarme un mensaje.

Y siento que te estoy fallando pues no me llena mi vida. 

Cuando pienso en cosas como preparar el altar me emociona. 

Y me entristece porque es el último proyecto que hicimos juntos. 

En cierta forma es bueno. 

Nos quedamos en ese día de muertos infinito, no sabíamos que era el tuyo.

No lo tuvimos que limpiar. 

A penas iba en despegue mi vida y me la cortaron en un segundo sin ti. 

Me cuesta trabajo respirar. 

Esa es una realidad. 

Quizá no es justo ni para Luis el estar con alguien zombie como yo.

Pero cuando pienso que tu también lo estuviste.

Aunque lo nuestro fue diferente a lo tuyo con María. 

Muy diferente...

Tomó mucho tiempo, mucha reflexión y compromiso. 

Pero es que al final de cuentas yo sabía que yo estaba loquita perdida por ti. 

Nadie lo entendía y nadie lo hará ahora tampoco. 

Pero yo me sentía un imán que no se podía ni quería librar de ti. 

Ahora ya no hay fuerza de atracción en mi vida y todo se muestra tan aburrido. 

Me siento perdida. 

Y me llené de distracciones para olvidar este dolor. 

Sé que no estas molesto conmigo.

Sé que sabes que he hecho lo mejor que he podido.

Pero también sé que sabes que ahorita he caído en el conformismo. 

Y eso ya no te gusta. 

Puedo oirlo mi amor.

Puedo oirte. 

En el viento, en el frío, en las hojas de los árboles. 

No dejo de rezar y de pedirte ayuda y guía para salirme de esa sensación. 

De ese decidir no hacer nada, de ese quedarme aquí con mi llama apagada. 

No sé por qué sigo haciendo esto. 

Pero por eso te escribo. Debo cambiar. 

Este día de muertos lo viviré al máximo como aquel último que viví contigo. 

Te recordaré sin verguenza y sin miedo. 

Te recordaré ardiente como herida al rojo vivo y te recordaré ardiente como la sensación en la garganta de un shot de tequila. 

Te extraño Mon