¿Qué es detenerse un segundo?

Darse ese tiempito que nunca te das. 

¿Qué es tener una casa solo tuya? ¿Qué es preocuparse por ella? ¿Qué es disfrutarla? ¿Qué es vivir sola y estar soltera? ¿Qué es ser viuda? 

Tengo mucho dentro de mi... y es tanto y con tanto trabajo que no logro canalizar bien las cosas. 

Estaba tan acostumbrada a añorar cosas y verlas no ser... y ahora veo lo que mi vida era y sin desearlo, pedirlo ni imaginarlo si quiera... igual era perfecto. 

Seguro igual lo es ahora. 

Me encanta la mañana y su silencio, me encanta su luz y su esperanza. El frío y la necesidad de dulce. 

Me gustan los colores de mi casa, la esperanza de un té matcha.

Si no tengo cuidado... el resto de pensamientos basura invaden mi cabeza. Esos pensamientos que absorben mis días sobre pendientes del trabajo que nunca terminan, Inseguridades sobre mi cuerpo, mi personalidad y mis deseos y decisiones... 

La incertidumbre de la vida se me hizo tan satisfactoria ante la posibilidad de soltar lo que siempre me preocupa... mis aflicciones, mi paranoia sobrada... y pude ser libre. 

Quizá lo que tengo que trabajar son justo todas esas cosas y no aferrarme a la incertidumbre como pretexto. 

O quizá solo disfrutar lo que soy ahora, disfrutar de este delicioso momento, regalo de Dios, regalo de la vida. Sin culpas... solo porque sí. Solo porque se puede.