Dolor rico en las piernas.

Magia ocurriendo en mi vida.

Antes no me lo podía creer... ahora no puedo imaginar una vida que no sea esta. 

Sentirse artista, un artista bohemio. 

Creerte que eres lo que quieres. 

Romper límites, esos que tu misma construiste. 

Aprendo, todos los días aprendo. Sobre mi, sobre mi vida y mis probabilidades. 

Rígida, ya no quiero ser más rígida.

Aprendí que yo era tan distraída que tenía que controlarme,

Aprendí que tenía que encajar, que me tenía que estructurar.

Pero yo soy mujer naturaleza, no soy ningún elemento ni tampoco un animal... 

Tan solo soy esa energía que da el olor a tierra húmeda, a pino fresco... a romero intenso. 

Me disipo como la neblina o como el vapor. Entre los árboles, cubro y expongo la montaña, no hay motivo, solo consecuencia. No hay razón, tan solo hay existencia...

Porque así es la vida... lo importante no es el resultado, sino el proceso.

No se trata de la coreografía y de lo que ves, se trata de lo que el bailarín siente cuando lo baila.

No se trata de persistir las especies... es la vida misma ¿cómo no podemos ver y apreciar ese milagro día con día? ¿Por qué limitarlo a un simple objetivo? ¿Porque buscar un simple resultado cuando el solo hecho de apreciar el milagro, te amplifica la existencia? El milagro se convierte entonces en el valor de la existencia. Existir es un milagro y nada más importa que eso. Saber que algo esta por extinguirse no debería abrirte la ansiedad a buscar su permanencia... sino valorar y disfrutar aún más su existencia. 

No se pueden interrumpir el flujo natural de las cosas. No somos humanos con "capacidad de control" tan solo tenemos capacidad de elección pero el elegir no significa nada tampoco. Las cosas siguen y seguirán tomando su curso como las olas del mar pero podemos elegir... elegir cómo lo percibimos y cómo nos permitimos interiorizar nuestro entorno. 

Podemos elegir tratar de acelerar el proceso de floración de una planta... o podemos disfrutar su proceso. 

Respetar los tiempos.