jueves, 22 de octubre de 2020

Miércoles 21 octubre 2020

Hoy: un nuevo día. 

Siento el espíritu de cristo, merodeando por mi alma. 

Me gusta el viento frío y respirarlo. 

Siento el frío entrar por mis fosas nasales, llenar mi pecho, siento frío en mi cabeza, en mi abdomen y los músculos de mis piernas cansadas. Me gusta esta paz. Me siento tan en paz, que siento que floto y todos mis pendientes, el trabajo y lo que me angustia deja de tener sentido. No tengo ganas de esos pensamientos, de esos sentimientos.

Solo quiero paz. Como el cielo azul y las hojas en los árboles, moviéndose con la brisa. Siento el tiempo pasar en el ventilador y yo estoy aquí. Presente. 

Siempre he podido detenerme a admirar la belleza de la vida. Yo nunca había pensando que quisiera compartir este sentimiento con alguien. Ni lo consideré ni lo descarté. Simplemente es algo que siempre me guardé para mi y al ver ese ritmo acelerado... creo que quise evadir este momento que era total y completamente mío. 

No quiero ni siquiera intentar que lo entienda. No quiero tratar que me comprenda. Solo quiero vivirlo para mi. Y sé que quizá es egoísta pero es que me he sentido tan perdida. 

Hasta este momento razono, que tantas veces fui espiritual sin estar consciente de ello. Necesito volver a eso. 

Te escribo para pedirte por él,

Te escribo para pedirte por mi,

Por ya no sentir este frío. 

Yo no sé qué es lo que esta bien y qué es lo que esta mal. 

Solo sé que tu si lo sabes y por eso te pido que me guíes. 

Llévame por tu camino Dios mío,

Tu amor es infinito y sé que así se debe sentir cada día en cada detalle de lo que me sucede, de lo que hago, consagrado a ti. 


No hay comentarios: