martes, 3 de enero de 2023

 La verdad confieso y acepto que considero más importante escribir lo que pienso en este momento que realizar mis pendientes. 

La vida pasa inmensamente rápido y entonces... cuando te das la oportunidad de frenar, fluye la inspiración, la motivación y la genuina alegría. 

Tengo tanto que decir sobre Luis, sobre mi vida y sobre los dos juntos... y justo al terminar de entrenar y al estirar y darme la oportunidad de reflexionar, de escuchar el viento y los pájaros, es cuando vienen a mi las palabras. Y ahora cuando ya estoy sentada... me cuesta tanto trabajo! Pero lo voy a intentar porque en verdad lo necesito.

Me gusta la casa limpia pero me gusta también sucia porque me gusta que se vea que gente vive ahí. 

Me gusta la ropa sucia y amontonada en el patio y me gustan los trastes sin lavar, me gusta cómo se ve la cama destendida y la ropa acomodada en el closet. Me gustan los zapatos regados por el cuarto y bajo la cama y los trapos colgados sobre la cortina del baño para que se sequen. 

Me gusta pensar en las cosas que hacemos Luis y yo juntos, aunque no me gustó verlo ayer molesto haciendo qué hacer. Para empezar, yo siento que lo hizo exageradamente lento todo pero al mismo tiempo lo entiendo porque a mi también me pasaba eso cuando vivía con mis papás y mamá quería hacer qué hacer en sábado y yo no entendía eso...ahora yo soy la que quiere limpiar y tengo la oportunidad de disfrutar la libertad de decir que es mi casa y hago las cosas cuando se me antoja... si me levanto sin ganas de limpiar pues no lo hago y ya y cuando se acumula y me harta, le doy con todo y pum rápido queda pero no sé todavía muy bien cómo mezclar a Luis en ello. 

Con Isma era fácil porque ya estaba acostumbrado al ritmo de limpieza no solo de mis papás... sino de su misma mamá porque la señora a eso se dedica... entonces Isma no toleraba el desorden, de hecho él era quién se enojaba conmigo porque quería limpiar y me decía "no te gusta ver bonita la chachita?"

Y finalmente a Isma le había costado su trabajo juntar el dinero para el enganche de la casa, Isma había elegido los colores de la cocina conmigo y vivimos juntos el estrés de tener la cita virtual con la diseñadora de cocina y no poder estar presencialmente los dos mientras la elegíamos por el estúpido covid que le dio a su papá y mis papás no me dejaron verlo un mes... él ayudó a papá a subir las dos bases de la cama y juntar su colchón con mi colchón para armar nuestra unicama... instaló el closet del cuarto... y ayudó a poner el mueble que esta en el cuarto de Pucs... entonces yo creo que era un sentido de pertenencia mucho más fuerte que evidentemente Luis no puede tener porque ni siquiera tiene llaves de la casa. 

Y pues ni modo, esto es así, en realidad no hay mucho que yo pueda hacer al respecto con esta situación, porque ahora es mi casa. Ahora es mi cocina, los colores que a mi me gustan, mis colchones, mi closet... y entiendo que Luis se llegue a sentir como un invasor... incluso otra gente que supiera que vivimos juntos podría considerarlo de esa manera... pero Luis siempre ha sido acomedido conmigo, me ayuda en lo que puede, tiene iniciativa para hacer cosas que la verdad a mi ni me pasan por la cabeza y le agradezco mucho por eso. 

Poco a poco ha ido sembrando su semilla en mi vida, y eso materialmente y físicamente se nota en la casa. En la regadera que repara, en el orden que puso en las alacenas y en el patio, en el carro que limpia súper bonito... cuando me ayuda a lavar los trastes y los seca... detalles que evidentemente Isma no tenía. Luis tiene muchas cosas que me encantan y sé que cuando yo he sido obscuridad, él ha sido la luz que me guía, ilumina y acompaña. Le agradezco mucho a Dios por su compañía... pero obvio hay cosas que falta trabajar en mi misma para poder estar con él. Como el separar sus cargas de las mías... no hablo de soltarlo y no ayudarlo, solo hablo de diferenciarlas y en lugar de cargarlas con él, ser su apoyo que es algo diferente. 

Me gusta mucho, muchísimo, es más, ME ENCANTA todo lo que hemos hecho juntos. Quizá no hemos construido algo... pero me queda claro que hemos armado nuestra relación, que nos nutrimos mutuamente y le estoy muy agradecida por eso. Creo que las personas podemos darnos muchísimo más que solo dinero, que es en lo que a simple vista se fija la gente. 



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