Aquí estoy, sola y tranquila en mi casa viendo por la ventana con covid. 

Me trauma pensar que esta enfermedad le arrebató la vida a tanta gente y a mi, por decisión de Dios se me presenta como una gripe. 

Estoy triste por mis temas con Luis y es que todo es una maraña infinita que no me permite poner en orden mis ideas. 

Las luces aquí en el cortijo me inspiran calma. Los árboles brotan la melancolía que siento en mi corazón. 

Creo que sé que en realidad estoy mejor sola. Siento más paz que cuando esta Luis, pero no todo esta mal con Luis. A ratos reímos muy a gusto.

Pero no es consistente. Lo que dice no es lo que hace. Me recuerda constantemente lo que perdí porque yo era la prioridad de alguien, el único interés de alguien y ahora tengo que compartir.

Siento que esta vida me enseña constantemente que tengo que aprender a compartir. 

Pero es que Luis, tan distraído que es. Cuando quiere me abre la puerta, cuando quiere se ofrece a ayudarme, cuando quiere hace cosas y las hace a medias. 

Eso me desespera mucho y por más y más que hablamos las cosas no mejoran. Es como si lo hiciera a propósito. Pero la realidad es que pienso que no tiene tan desarrollada la parte de la consciencia.

Yo tengo una teoría... Tania me dijo que de qué vas a poder hablar con alguien como Luis y no dudo que existan personas muy cultas que me pueden compartir y nutrir muchísimo y quizá mi atracción por la gente humilde me limite de conocer esas versiones... lo que pienso es que si la gente "humilde" no tan acostumbrada a desarrollar su consciencia y la fragilidad y sensibilidad... pues se le diera oportunidad y lograra descifrar estos matices de su persona, muy seguramente se descubrirían características impresionantes.