lunes, 19 de septiembre de 2022

 Volviendo a escribir después de tanto tiempo.

Volviendo a bailar jazz después de tanto tiempo.

Me voy reconciliando... con todo lo que he sido y con lo que ahora soy.

Voy labrando un camino, voy con incertidumbre pero sin miedo. 

Todas mis heridas, me han echo lo que ahora soy. Todo lo que me ha pesado, lo que he logrado, sentido y aprendido... ahora forma parte de mi. Y si soy honesta, me encanta quién soy.

Ismael... te veo en cada rincón, en el viento, en los árboles, en las luces de la ciudad obscura, en cada rincón de la casa, en las canciones noventeras y en el reggateon... te veo en Pucs, en el parque al que voy a correr, te veo en la regadera, en la tele y por la ventana. 

Te veo en la vajilla de la casa, en las sábanas, en el piso de la cochera. Estas tan mezclado en mi... que hay veces que ya ni sé qué era tuyo y qué era mío.

Pero me sacas sonrisas... porque sé que vives en mí y que cada que se asoma tu recuerdo... me sonríes travieso. Te imagino diciéndome "Shi shi gany gany aquí ando, creíste que te ibas a librar de mi?" y sé que nunca nunca me dejarás sola. A veces salgo a correr a lugares medio vacíos y veo a hombres sentados y me imagino lo peor... pero una seguridad extraña se apodera de mi... que no debo preocuparme, que ahí tengo a mis ángeles en el cielo... tu el más terco de todos... y que si algo me va a pasar es porque así debe ser. 

Cuando Luis hace algo que tu te tardaste incluso años en entender, aprender y madurar... incluso ahí también te veo ahí sonriendo arrepentido o avergonzado, diciéndo "Shi Gany, pudimos haberlo echo mejor" y sé que es parte de las cosas que Dios quiere que aprenda, yo quedándome aquí.

Últimamente me siento medio perdida... porque he disfrutado mucho la compañía de Luis... me he vuelto a sentir protegida... pero de cierta forma es acoplarse de nuevo a una persona... y hay cosillas por ahí que a veces veo que no tenemos en común pero si te soy honesta, estoy tan cansada que ni siquiera me planteo la posibilidad de trabajarlas hasta llegar a un acuerdo... simplemente dejo las cosas seguir su ritmo y me dejo llevar, luego las cosas solas se acomodan... y siento como si Dios me dijera que estoy bien, que estoy siguiendo su camino. 

Pero no quiero perderme a mi misma... y aunque no me preocupa dejarlo entrar a la casa porque sé que cualquier cosa él entenderá si decido que mejor quiero seguir mi camino sola. Me refiero... a veces sigo necesitando mis momentos de silencio, de perderme viendo las nubes, los árboles y la cortina con el viento. 

Así que cuando a él le toca el turno de la tarde, me salgo a caminar. Bueno... ahora fui a correr. Respiro el aire, miro a la gente... pienso en el transcurso de mi vida... en lo rápido que pasa el tiempo... que cada día es una oportunidad para vivir o morir. Y hago conciencia que hoy estoy aquí. 

No se trata de Luis, no se trata de mis papás ni de mi hermana o amigos... ni siquiera se trata de ti y de mi mon... se trata de mí. Solamente de mi. De mi historia... De esta oportunidad única de vivir y que me siento más viva que nunca... quizá porque ahora sigo a mi corazón dispuesta a lo que venga después. Quizá porque ahora más que nunca me aferro a Dios y creo en su camino. 

No le temo a olvidarte, no le temo a perderme, no le temo a nada porque ahora soy capaz de ver... el amor intenso de Dios, el amor que es todo, que es abertura y cómo decía esa publicación que vi en instagram... el amor es crear espacios, no llenarlos. el amor es la gran expresión de posibilidad, en el amor todos caben, en el amor todos somos.

Solamente debemos animarnos a hacerle espacio. 

Así que me entrego al amor... que siento que es la verdad absoluta, es decir... es Dios. Y si Dios es la verdad... la neta no tengo nada que temer... y encuentro mi suelo firme y mis alas para volar en cualquier esquina, planta, árbol, pájaro, nube y sonrisa.

Te encuentro mon, me encuentro... y veo la luz.

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