No quiero verte, no quiero pensarte, no quiero nada.
Aquí estas, en un flujo de gente impresionante, ruido por doquier pero no nos hagamos tontas... AMAS el ruido.
Cuando todo esta callado, se siente hasta como feo.
Quiero oír música pero la verdad es que no sé qué. Algo que me haga amarme, algo que me haga olvidarte y no alimentar esta estúpida idea de egocentrismo en la que me juro a mi misma que no soy tan fácil de olvidar, tan fácil de evadir.
Es como Oswa... tiene un trabajo estable, entrena y tiene buen cuerpo... quizá no hay esa chispa pero es agradable y es todo un caballero... no hay nada que reprocharle... simplemente no... simplemente no te vuelve loca, no te hace sentir mariposas ni quieres agandallar su mirada en cualquier parte.
Igual puede pasarte conmigo y no es mi culpa y no es tu culpa. Simplemente así es la vida... un juego.
Eres raro y me encanta lo raro. Me encantan los retos.
Pero necesito avanzar... darme una gran y fuerte dosis de amor propio.
Ya pasaron dos horas desde esto. Bendito sea Dios, sigo sobreviviendo.
Pues ya solo faltan 48 minutos para salir.
Lo voy a escribir, a ver si así tantito se me pasa. Extrañarte mucho, extrañarte tanto no puede ser normal. Soy solo una niña asustada en busca de cosas que llenen los huequitos de soledad.
Quizá no había querido aceptarlo.
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