Estoy tranquila, incluso sin ti.
Quizá empiezo a entender que solo se trata de una amistad o siempre lo entendí pero ahora lo acepto.
Aún así, a veces me dan unas ganas indescriptibles de buscarte, de abrazarte y de decirte lo que siento.
Quizá los dos tratamos de pasar página pero yo soy una sensible. Una sensible que te extraña.
Tu lo lograste y yo no.
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