Ya es martes. 

Independiente a la hora que nos levantamos, todas las cosas que hemos echo para tan solo ser las 8:40 de la mañana y todo lo que sé que esta pasando.

Ismael llega a su trabajo rapídisimo en la moto. 

Mi primo Chris vino de mazamitla y esta con mis papás. 

Si Dios quiere, Bernardo esta de camino a casa de mis papás. 

Si Dios quiere, hoy empezarán a poner la cantera. 

La envasadora fluye con normalidad, con sus conflictos cotidianos. 

La auditoría externa esta siendo llevada acabo. 

Las estúpidas incompetentes de Chopo están atendiendo gente con la misma flojera con la que nos batearon a isma y a mi.

Los boletos de Coldplay saldrán a la venta hoy dentro de dos horas. 

Quisiera tener más ánimos y al mismo tiempo ya no me importa. 

Porque los tengas o no el tiempo va a transcurrir y las cosas van a pasar sin importar si te gusta o no, "solo puedes cambiar tu actitud" a mi, la verdad ya no me importa la actitud tampoco. 

Porque si me toca sufrir pues que venga y si voy a ser feliz también. 

Estoy a esos niveles de vale madrismo y quizá necesito tener todas esas emociones negativas para poder avanzar como persona. Para no querer controlarlo todo. 

Porque ya ni siquiera se trata de poder controlarlo. Eso no existe. Sino que ya no quiero que me afecte el no poder hacerlo. 

Quiero ser genuinamente feliz. Desde el alma. 

Ya llegó Bernardo a la casa. 

Papá no ha terminado de desayunar. 

Isma ya llegó a su trabajo.

Yo bajaré a desayunar. 

Aurora no se sentó a mi lado hoy... supongo que ya la estresé con mis "temas de conversación".