sábado, 28 de diciembre de 2019

Paz
Paz y libertad.
Son el tipo de cosas por las que no debes de pedirle permiso a nadie.
En el ritmo de vida y en el trabajo me pierdo.
Y lo hago porque quiero.
Si miras la naturaleza, en realidad, el tiempo pasa tan lento.
Una bendición y una tortura, dependiendo tu contexto.
Cuando me observo desde lejos, a la distancia del tiempo... a veces ni identifico cuánto tiempo pudo haber pasado.

Solo me recuerdo a mi.

No hay lugar más rico que aquí: en mi.
Solo que pocas veces me doy la oportunidad de ir... ¿venir?
Me extraño.
Y quizá eso sea lo que más extraño de Francia en realidad.
Fue un curso intensivo de mi misma.
Aprendí a tolerarme, aceptarme, quererme y entenderme.

Fuí feliz, lloré, me enojé, me estresé, tuve miedo, quise todo y nada.
Pero al final lo lograba.
Porque por muy grandes que se sientan las cosas, solo son eso... sentimientos.

¿Qué quiere esta Gaby aquí sentada?

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