miércoles, 4 de diciembre de 2019

El fundamento de la prosperidad

Solamente eres el administrador del dinero que pasa por tus manos.
Sabemos que el dinero es una poderosa forma de energía.
Y es el mejor vehículo tanto como para expresarte como para esclavizarte.

Podemos llamar Dios, podemos llamar inteligencia infinita, podemos llamar providencia. Podemos llamar como queramos, pero tengamos en cuenta que la providencia es la verdadera y única propietaria de toda la energía. Es la fuente de toda la energía. Y el dinero al igual que cualquier otra forma de energía. Pertenece a la Providencia. Además, esta providencia es omnipresente y siempre esta velando por tu crecimiento espiritual.

Por lo tanto vamos a ser claros, directos y sinceros. El único y verdadero dueño de la riqueza es Dios, el único y si la deseas, se la tienes que pedir a él, no hay otro secreto y tu, eres su hijo y por lo tanto tienes derecho a disfrutar de tu herencia paterna. Ser rico y prospero no es ningún pecado y como mucho, en caso que existieran los pecados, pecado sería ignorar que todo lo que tienes te viene de Dios y no ser capaz de compartir tu riqueza amorosamente con los demás.

Por lo tanto, ten en cuenta que tu solamente eres el administrador del dinero. Eres un usufructuario. Tu eres el administrador de los tesoros que Dios te ha confiado y si quieres ser rico, más de lo que jamás puedas concebir, entrégaselo todo a Dios. Quédate sin nada, adminístralo todo.

Ten en cuenta que la riqueza divina es eterna, sin embargo, la riqueza humana es solamente humo. Para ser prospero, para realmente ser prospero, lo mejor que puedes hacer es trabajar al máximo tu conexión con Dios. No la descuides nunca. Cuanto mayor sea tu conexión con Dios, mayor será tu prosperidad. Ten en cuenta que tu formas parte del plan de Dios. Por lo tanto, si trabajas para este plan, Dios trabajará para tu prosperidad y ten en cuenta que Dios siempre gana.

Si quieres avanzar a pasos agigantados en la prosperidad, te voy a contar un secreto: tienes que ver a Dios en todas tus semejanzas. Absolutamente en todas las personas tienes que ver a Dios. Da igual el concepto que tengas de Dios, da igual por lo que tu entiendas que es Dios, llámalo inteligencia creativa, providencia... como quieras. Dios esta en todos, Dios esta en todos los demás. Por lo tanto, en relación al dinero, cada vez que estés dando, cada vez que des, no te imagines que pierdes, imagínate que das a Dios. Y para recibir es exactamente igual, piensa que estas recibiendo de Dios y dale las gracias.

Esto repercutirá muy positiva - mente en tu prosperidad. Si realmente quieres prosperar, vas a tener que tomar una decisión muy importante: tienes que aceptar que el ego ha de fracasar, para que Dios triunfe en ti y a través tuyo. Cuanto más te ocupas de Dios, más prosperidad afluye hacia ti y por lo tanto el ego se revierte. Por lo tanto, haz de escoger, porque nadie jamás puede servir a dos caminos al mismo tiempo y recuerda que el camino a la prosperidad es el camino al florecimiento de la vida. Y para esto, tu ego ha de desaparecer. La prosperidad es algo sagrado. Es el resultado de tu propia evolución espiritual.

Dios quiere que prosperes, que evoluciones, no te puedes oponer a su voluntad. Si realmente quieres ser prospero, conéctate con la fuente de toda riqueza y vive como esto se va exteriorizar.

No existe otro sistema.

- La mística del dinero en Spotify

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