lunes, 26 de agosto de 2013

Sin palabras

Estoy tan cansada, ya te he escrito creo yo cuatro cartas en la última hora y ninguna me gusta.
Ya no se me da esto de escribir.
Supongo que estas enojado, molesto o indignado.
Bueno.... no es nada nuevo ¿cierto?
Últimamente tu y yo estamos tal para cual.
Nos aventamos peleas de 22 rounds cuando ya esta más que comprobado que los boxeadores se mueren a estas alturas.

Pero parece que no es suficiente para ti y para mi.
No... nosotros seguimos en la pelea.
Creo que ya descubrí la razón de nuestra locura
El porque de no detenernos a pesar de que nos herimos muchísimo el uno al otro en cuestión de segundos.
La razón (según yo) es que ya no conocemos de limites entre tu y yo.
Ya no sabemos qué esta bien, ya no sabemos qué esta mal. Todo entre nosotros se ilumina por nuestro amor, que llega un punto en que todo se difumina y se vuelve uno solo.
Como si le picáramos a "agrupar" en la computadora.
Pero después descubres que no puedes agrupar TODO en tu presentación...  es ahí cuando se presentan los problemas.

De todas formas, yo no quiero que todo se agrupe.
Quiero vivir cada cosa, poco a poco, todo en su lugar.
No soporto pelearme contigo.
No soporto sentirme distanciada de ti.
Y no soporto perder nuestro tiempo juntos.
No soporto cagarla y que cuando intento solucionar las cosas, no logres entenderme.

A veces me cuesta tanto comunicarme contigo... y es justo eso lo que más me desespera.
Cuando no logro que nuestras miradas se crucen, que nuestros pensamientos se encuentren y que nuestras palabras se entiendan.... y es cuando me pregunto ¿porque no basta con nuestro apretón de manos? ¿si ubicas no? Ese que me haces cada que quieres que voltee a ver algo ¿Por qué?

¿Por qué si te tengo en frente, yo escucho que me dices una cosa y después tu aseguras haber dicho otra?
¿Por qué mi oído esta tan sordo?
y porque el tuyo tan cerrado?
Y le digo cerrado porque de pronto de la nada, ya ni me volteas a ver, si me ves es con una media sonrisa que odio, y solo dices "¿qué? pues ya te pedí perdón qué?"
Me siento reprimida, porque no importa lo que te diga, todo te va a parecer mal, todo será diferente a lo que yo pienso y supongo... supongo que tu sientes lo mísmo, supongo que tu también sientes que no me puedes decir nada, que todo me lo tomaré a mal y que en todo estarás equivocado.

Pero entonces dime amor... ¿qué sigue?
Estamos encerrados en ese círculo.
Y busco salidas...
Te pido perdón.
Te digo que ya le bajes.
Te tomo de la mano.
Te acaricio la piel
Te doy besos
Y finalmente... me espero a que se te baje.
¿Y qué pasa bebe?
¿Qué pasa con todas las cosas que me molestaban?
Me las trago y creeme que lo haría mil veces más por ti.
Pero mientras me las trago, siguen ahí como obstáculo firme para provocarnos próximamente otro problema, problema basado en lo mismo de antes.

Esta carta no es para generar más enojos de los que ya de por si tenemos.
Tampoco (y espero que no te moleste) es una disculpa.
Tan solo es una forma de decirte que estoy aqui.
Que me importas, que te amo y que no soporto situaciones como esta.
Que te entiendo y por favor, que te pido que me entiendas.
Es mi forma de preguntarte ¿qué sigue?
Mi forma de preguntarte ¿qué vamos a hacer?
Mi forma de decirte que sigo en la lucha y que quiero que estes conmigo en este round y en muchos más.

Te amo.


No hay comentarios: