domingo, 8 de septiembre de 2013

jfklajdfklajfkldjaflkjafkldjak

No me gusta pelear.
Es aburrido, triste y nada productivo.
Me deja un mal sabor en la boca.

Ya me había dicho mi mama que tenía que bajarle al genio, que así solo iba a lograr alejar a las personas.
Pero nunca le hice caso, porque yo veía que él no era como los demás que me ignoran cuando me pongo terca, él se preocupaba por mí, me cuidaba y me apoyaba. Me aceptaba.
Pero... supongo que todos se cansan en algún momento.

Hoy se cansó :/
Y al final... ni siquiera entendió bien qué era lo que en realidad me molestaba.
Discutimos, nos gritamos, lloré, se enojó... silencio... ¿terminar? y "perdón". FIN

Es desesperante que soy tan tronca expresando lo que siento con diálogos... ojalá me salieran subtítulos a bajo de mi cara para que me pudiera entender mientras discutimos.

Lo que me dolió es que hizo la misma cara que me hace mi mama, mi papá, mi hermana.... Tan solo no le gustó mi comentario y se volteo.
Eso me saca de mis casillas, odio que den por hecho que estoy mal y ya... solo decidan voltearse y no importa que grite, que llore, que patalee, tan solo se quedarán en silencio.

Entonces empiezo a ser grosera, es como un instinto, es mi forma de llamar la atención.
Y ahí la cago porque luego se enojan por lo que digo o hago, y cuando comento lo que me molesta, resulta que yo también hice muchas cosas mal, por lo que no tengo derecho a quejarme.

Y en fín... de eso se trata el drama.
La discusión siempre va entorno a eso.
"¡No me eches toda la carga a mi! También fuiste tu."
Y mis subtítulos invisibles "Pues sí... pero tu empezaste portándote así, entonces me enojé, pero te volteaste y ya no me dijiste nada, lloré pero no sirvió de nada, grité y tampoco... solo me quedaba ser grosera"
Siempre igual, siempre lo mismo.


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