domingo, 3 de junio de 2018

"La vida es lo que es, no lo que debería de ser"
Cómo han retumbado esas palabras en mi cabeza.
Son de Facundo Cabrál.
Escuchaba un discurso muy famoso de él que se llama "no estas deprimido, estas distraído" en la versión completa y además una entrevista que le hicieron sobre "qué es la felicidad de verdad" mientras iba camino a Pisa, Italia.
Qué manera tan bonita de hablar de ese hombre.
Hablaba sobre que el ser feliz estaba en las cosas simples, en lo que nos hace sentir bien y nos inspira a dar amor por instinto sin meter la cabeza. Porque la cabeza "mezcla cosas viejas" confusiones, remordimientos, complejos, porque la cabeza no entiende que "la vida es lo que es, no lo que debería ser"
Él hablaba sobre no pensar en el mañana sino disfrutar el presente, enfocarse en las cosas bellas.
Dejarle el futuro a Dios, confiar en su camino y admirar sus hermosas creaciones y disfrutarlas.

Por mencionar un ejemplo, él citaba a Whitman que hablaba de una maravilla, una menos fácilmente perceptible como una hormiga....
Yo prefiero enfocarme en las palomas.
En las aves.
Me encanta verlas caminar, buscar comida, conseguirla y pelear por ella.
Me gusta verlas jugar entre ellas....
Me gusta pensar que ellas son el ejemplo de algo tan natural, algo tan "usual" que pasa desapercibido entre tantos edificios y cosas nuevas que hemos construido los humanos pero que ellas siguen ahí, adaptándose a la locura urbana que hemos creado.

Ciudad tras ciudad, lo que permanece constante son las palomas y me recuerdan que todo forma parte de un mísmo mundo que ya sea una cultura u otra, con un idioma u otro, entre colores y formas... todos somos finalmente parte de la mísma cosa.

No es que no me gusten las diferencias... no es que quiera igualar a todos. Solo que tras tener la oportunidad de estar en distintas partes en lapsos relativamente cortos -o largos de tiempo, según cada perspectiva- te das cuenta que todo es un desmadre pero al final algo nos une.

Así que... tras ese viaje en bus... en que estaba teniendo conflictos conmigo mísma y quería sentir un poco de paz y reencontrarme, recordé a Facundo Cabrál y me hizo recordar que de lo que tengo ganas y de lo que para mí se trata viajar... es de disfrutar de las cosas chiquitas. De alimentarme de lo bello, liberar cargas innecesarias, saber soltar y saber recibir. Tener la capacidad de emocionarme, de "conmoverme" y disfrutar de la magia.





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