lunes, 23 de enero de 2017

Martes

Mañana será martes.
Los martes y los viernes son mis días favoritos.
Las mañanas son frescas... y en esta temporada: frias.

Me gusta mi escuela por las mañanas, los árboles... la promesa de que cosas nuevas e increibles pueden suceder hoy.
Primero es ballet, la música... la barra. Tu espalda es firme... la fuerza en tus piernas... tu cuerpo te agradece un poco de postura.
Andrea es mi maestra y la considero mi amiga de ballet. Es jóven y me inspira.
Tandus, tandus a demi plié, jetés, ronds de jambé, fondus... battements... centro... giros, sotés, estiramientos... y ya te sientes diferente.

Subo las escaleras para llegar al gimnasio... chavos guapísimos, parece pasarela.
A estas alturas de mi vida se podría decir que ya estoy muy lejos de estar en la mira de chavos como esos.
Pero en realidad ya no me importa.

Me encantan los aparatos de cardio, estar en la caminadora es maravilloso. Pones la canción que quieras y corres y corres, siento como si pudiera huir del mundo y meterme en mi cuerpo, en mi alma. La bicicleta es igual, sientes que tu corazón no se esta quieto, no quiere estarlo y se libera.
Odio los aparatos de peso. Odio la cara de las chavas que siempre van ahí y que te ven como diciendo "bitch, eres una ingenua en esto" ¿Pero qué le vas a hacer? Por algo se empieza ¿no? Vas de máquina en máquina, ajustándola a mi pequeño tamaño y quitando el peso que otros fortachones le han dejado cargado.

Y hi teck... todo es mucha cuestión de pose ahí. Los que se paran hasta en frente, los que son los "fregones de la pradera" los que no hemos estado en ensamble pero amamos bailar. Paty ya no me saluda... antes lo hacía... supongo que ha sido en parte mi culpa. Ella odia que la gente no se quede a bailar... que a final de semestre diga que "siempre no" y yo ya van tres semestres seguidos que digo que no a quedarme a bailar. Simplemente odio lo lírico... quizá podría esforzarme. Quizá si lo hubiera echo hace un año y medio  ya sería una chingona en lo que a coreografías de Paty concierte... quizá ya hasta hubiera estado en ensamble. Todos decían "por qué no te metes gaby?" pero nunca me sentí a gusto... tenía otras prioridades. Y hoy ya no me siento esa Gaby... y ya no estoy en condiciones de intentar volver a serlo... ya no quiero volver atrás. Ya no puedo. Así que me limito a estar ahí... a ver a la Gaby que ahora soy, ella me mira hasta cierto punto exigiéndome lo que había logrado... y yo solo sigo bailando exprensando que ya no puedo volver atrás y pidiéndole perdón al espejo.

Luego solo voy a bañarme, es tan rico que te caiga agua... no preocuparte por si se va a acabar el agua caliente y no tener la angustia de tener que secar el baño al final. A ese punto y altura analizo todo lo que he hecho en la mañana... y lo en realidad solitaria que soy. Repaso mentalmente mi lista de pendientes... y ante mi estrés común me repito en la cabeza que todo saldrá bien como siempre. Me acuerdo de Ismael, pienso en Carlos... a veces hasta recuerdo a Alfonso... pienso en Costco, pienso en Emmanuel y el Señor Enrique. Me acuerdo de Nancy y Diana cuando se bañaban ahí conmigo... pienso en lo diferente que somos todas ya. Me acuerdo de Lizbeth y lo flaca que esta, siento envidia y me repito que ya es suficiente. Me acuerdo del stop de las conferencias del INC MTY me acuerdo de Ale... me acuerdo que a ella le vale y luego recuerdo su cuerpo. Pienso en ver una peli acostada en mi cama... luego en que es martes... que me gustaría que fuera fín de semana... pienso en yoga, mi familia, mama trabajando, papá estresado... recupero mi tiempo presente. "Date prisa o no vas a llegar" y lo que sigue después es aburrido, clases, tareas, tráfico, papá quejándose, yo asaltando la cocina como loca y dormir...

Amo los martes... ya lo viví tan solo escribiéndolo... pero qué crees? Todavía no ocurre y quién sabe.... quizá en realidad no sea así... quizá algo nuevo me pase. Quizá lo logre.

Quizá


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