lunes, 22 de agosto de 2016

De regalo, te escribí un poema.
Podrías subestimarlo quizá...
Restarle importancia.
Por eso dejé de tener esta clase de detalles con la gente.
Pero hoy me nace hacerlo
por ti....

¿Serás capáz de reconocer esto?
Me da miedo que no lo hagas.
Ubica la importancia de esto, que hasta me da miedo.
Pero es tan grande al mísmo tiempo... que no puedo contenerlo.
Necesito sacarlo, necesito decirlo.

Mis poemas no suelen rimar
Siento que pierden pureza si los haces rimar.
Si los haces rimar, estas más preocupado porque suene bonito que por lo que quieres decir en realidad.  
Así que yo no rimo.

Y es eso lo que me gusta de ti y de mi.
Que siento que no rimamos ¡pero decimos tanto! 
Pero ¿Por qué? 

Porque me miran tus ojos...
Siento tu aliento de pensamientos salvajes.
Y me atraviesas de par en par.
Me sigues y me precedes.
Pero eso cualquiera lo hace ¿sabes?

Lo impresionante es que me logro conectar.
Me conecto contigo.
Y entonces no es solo físico.
Escucho lo que piensas, escucho lo que sueñas, escucho en lo que crees.
Y entonces creo en ti.
Y entonces te veo tan grande, te veo capáz de lograr tanto.

Y lo salvaje se expresa dulce
porque lo que siento por ti se siente fuerte como una bofetada pero tierno como una caricia

No hay comentarios: