martes, 16 de mayo de 2023

Llevas el corazón lleno de espinas a veces. A veces me muevo demasiado rápido y brota la sangre. 

Una vez un ex me dijo que hay que clavarlas más fuerte para bloquear filtraciones. 

Me gusta cuando corro, en cada salto acepto un poco más mi presente. Lo recibo con entusiasmo y con fe. Suelto cosas.

También te escucho en el viento. 

Recuerdo todo lo que hicimos juntos, ¿Cómo dos personas pueden conectarse tanto? 

Y tras tu partida, todo se convierte en silencio. 

Es duro. 

Lo sigue siendo. 

Mis expectativas de vida cambiaron a partir de ti, cavaste una puerta a un mundo que no conocía. 

Me llevabas arrastrando de la mano aún a pesar de mis temores y después... solo me dejaste aquí. 

Lo he recibido con entusiasmo te lo juro, me lleno de gratitud... porque me mostraste el camino que debo seguir y que puedo cavar más puertas si quiero.

Pero a ratos pierdo vuelo. Necesito impulso. Tu impulso. 

Es duro. 

Lo sigue siendo. 

Lo que pasa, es que el tiempo ya pasó y eso también me molesta. 

Antes de alguna forma estaba entumecida ante los estímulos de mi vida actual.

Me golpeó tu partida.

Ahora que el efecto ha pasado, me vuelvo a envolver en los temas de mi día a día y me gustaba más la profundidad que me ofrecía el impacto de haberte perdido. 

Me permitía detenerme mucho más a hacer cualquier cosa, llevarme todo con más calma y creo que ahora lo tengo que hacer de manera consciente y a veces es hasta más complicado. 

Por otra parte, volver a iniciar una relación es cansado. A veces brota en mi la duda de si quizá es que todavía no estaba lista... pero creo que pasara el tiempo que pasara, las secuelas se vendrían a mostrar. 

¿Será que siempre quiero desarrollar relaciones con las manchas del pasado?

Antes tu las traías, ahora que estoy del otro lado, me doy cuenta de cómo es que se mostraban.

¿Será que ya siempre me tocará a mi?

La verdad no lo creo. 

La única constante en esta vida es el cambio. 

Lo que sí pasa es que soy más exigente, y en mi intento por no serlo, me canso. 

Pero ¿sabes qué? ya no me importa. 

Quizá necesito esta dósis de valemadrismo para poder continuar y tomar las mejores decisiones. 

No hay comentarios: