lunes, 5 de abril de 2021

 No me gustan las dudas que tengo porque antes estaba llena de certezas.

Caminar hacia el altar sabiendo que el hombre que me esperaba junto al padre estaba todo loquito por mi, tan loco como yo por él.

La vida es contradictoria.

A veces entiendo lo que dicen en la iglesia, que para Dios no hay medias tintas. O eres blanco o eres negro no puedes estarle jugando a ser ambas cosas, ahi con un gris mediocre.

A tres semanas de casarme, pensé que mi discurso sería diferente, lleno de ilusión, emoción... estrés por los pendientes y el trabajo.

Ahora, todo eso sale sobrando.

A ratos es muy fácil dejarlo pasar. Las cosas buenas definitivamente le ganan a las malas. Y yo solo quiero creerle, justificarlo y convencerme que todo esta bien.

Yo también tuve mis secretos en su momento pero aprendí que esas cosas ya no me servían.

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