martes, 10 de julio de 2018

Me he dado cuenta que es importante escribir de todo.
Que las palabras son como una cámara lenta en una película.
Ese preciso instante en que empieza una canción.
La vida es agua en nuestras manos.
Los momentos, los lugares y las personas.
Y cada sensación que tengo, incluidos los sentimientos.
Como si las emociones estuvieran en cada poro de piel.
Química.
Somos pura química.
Desde el nacer y hasta el morir.
Pero esta química nos permite salir, nos permite exteriorizar, nos permite expresar.
Superar el tiempo y el espacio.
Yo no sé si mi química resista al mañana, pero si no... que mis palabras perduren en el tiempo.
Que alguien pueda leer mi historia, que la critique, que la admire o en el peor de los casos que le sea indiferente... pero que pueda llegar hasta otra persona.


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