Mis ganas no tienen nada que ver contigo.
El problema es que estoy desatada.
Tengo ganas de eso, de alocarme.
Solo necesito alguien que me haga segunda.
Y no es valemadrismo... solo me estoy haciendo caso.
Si no le quieres entrar no hay bronca. Igual agradezco lo que ya me diste.
Eso somos en esta vida. Nos damos y soltamos.
No se trata de que no sepa soltar, solo me gusta la euforia.
Tengo ganas de ella.
Como sea, me tengo paciencia a mi misma.
Me abrazo, me entiendo y me perdono.
Comprendo a mi mujer le gustó volver a serlo.
Comprendo a mi mujer que se liberó y encontró su centro.
Esto es como un autodescubrimiento... identidad.
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